SORZANO AMPLÍA EL PATRIMONIO ETNOGRÁFICO DE MONCALVILLO.

Pilar Pascual Mayoral – Pedro García Ruiz.

 

LA NOTICIA DEL HALLAZGO.

 

El pasado ocho de diciembre de 2009 encontramos una buena noticia en nuestro correo electrónico: un intrépido equipo de prospección formado por Gregorio Remírez Aranzadi, Carlos Maiso Pavía y Félix Martínez Barragán, todos ellos de Sorzano, nos comunicaban entusiasmados  el hallazgo de dos nuevas neveras en Moncalvillo.

 

La existencia de estas neveras la había comunicado un gran conocedor del Moncalvillo: Donato Calvo Sanz, por lo que Goyo intentó su localización a finales de noviembre, pero el hallazgo se hizo de rogar hasta principios de diciembre (que volvieron a intentarlo otra vez). Es una noticia estupenda pues de momento amplía el catálogo de pozos de nieve documentados sobre el terreno en los últimos años en Moncalvillo:

 

El 2 de febrero de 2003 publicaba el diario La Rioja la noticia de nuestro hallazgo de unas neveras que mandó construir en Moncalvillo el Ayuntamiento de Logroño el 27 de enero de 1597, cuyo proceso de recuperación es bien conocido en Sorzano.

 

El 27 de julio de 2007 organizamos con Amigos de Sorzano una excursión a las neveras de Santa Coloma, cuya limpieza continúa sin realizarse pues siguen abandonadas y colmatadas de vegetación.

 

Este verano de 2009 hemos desbrozado y desescombrado tres neveras situadas en jurisdicción de Daroca gracias a la colaboración de tres Campos de Trabajo organizados por el Ayuntamiento de este municipio.

Y por fin, los infatigables Amigos de Sorzano amplían este catálogo etnográfico con un estupendo hallazgo.

                                                                                Equipo de Prospección en el Corral de las Merinas. Foto Félix.       

 

LOCALIZACIÓN Y CARACTERÍSTICAS DE LAS NEVERAS.

 

Las neveras halladas el pasado ocho de diciembre se localizan en el extremo occidental de los terrenos de la Mancomunidad de Moncalvillo, que forman Sorzano, Viguera, Nalda y la Comunidad Autónoma de La Rioja. Estas nuevas neveras son de su propiedad.

 

Son dos pozos de nieve de seis metros de diámetro y cuatro de profundidad que fueron construidos, al igual que otros de Moncalvillo, con piedras de las “desecadas” o “ensecadas” colocadas con técnica de piedra seca.

 

Presentan forma de cono truncado invertido. El diámetro menor quedó soterrado por piedras y tierras caídas al fondo de la nevera y es perfectamente visible el borde superior, de mayores dimensiones.

 

Una vez abandonadas las neveras hacia finales del siglo XIX o comienzos del siglo XX, los propietarios se olvidan de su limpieza y comienza un largo proceso de deterioro; sus estructuras son invadidas por la vegetación, que crece felizmente entre sus muros e impide en el momento actual realizar fotografías de calidad. En el interior de una de ellas brota un gran abedul (en Sorzano llamado biezo), que ocupa todo el pozo de almacenamiento, y la otra está prácticamente colmatada por el brezo. El entorno de esta peculiar construcción está intransitable en el momento actual.

 

Entre las particularidades de las neveras de Moncalvillo cabe destacar la cantidad de ejemplares que vamos encontrando y también su variedad arquitectónica, lo cual convierte al conjunto en un valioso testimonio etnográfico del comercio de la nieve en estos pueblos.

Las nuevas neveras de la Mancomunidad forman una unidad arquitectónica, pero la nieve quedaba separada en su interior por un muro divisorio. Un sistema constructivo que al ser poco frecuente proporciona al conjunto cierta originalidad.

En alguna de las excursiones que hemos realizado a las neveras de Moncalvillo y también en las charlas sobre este tema, hemos comentado la importancia de las chozas para la protección del personal que trabajaba en la recolección y el transporte de la nieve, pues bien, el montaraz equipo sorzanés halló, sobre las nuevas neveras, los cimientos de un chozo que probablemente utilizaron los operarios que empozaban la nieve.

 

EL CORRAL DE LAS MERINAS.

 

Hace dos o tres años los autores de este artículo encontramos una bonita majada de ganado en esta zona de Moncalvillo, compuesta por dos rodeones o cerraderos de ganado y la choza del pastor.

 

Poco más adelante, a unos quinientos metros al norte aproximadamente, hay una desecada bajo la que discurren aguas subterráneas. En época de deshielo el caudal debe ser abundante, o quizás exista algún desnivel que provoca un llamativo sonido durante el paso del agua. Por tratarse de una corriente sonora e invisible lo conocíamos como el “Río Misterioso”.

 

Dada la proximidad existente entre estos dos elementos y las nuevas neveras con su choza de protección, podríamos plantear el acondicionamiento de un sendero medioambiental que enlazara el conjunto de la Mancomunidad de Moncalvillo con las neveras de Daroca y Logroño – Sojuela, el Santuario de La Hermedaña y La Regadera de Sorzano.

 

Esta nueva propuesta puede enriquecer a los pueblos implicados formando itinerarios que partan de los distintos lugares y permitan saborear al visitante de este importante legado etnográfico que forman el pastoreo, el comercio de la nieve, el carbón de herrero o la riqueza medioambiental de Moncalvillo.