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          EN TORNO A LA 
          LLAMADA “MUSEALIZACIÓN DE LA CLÍNICA” 
            
          Desde que hace meses concluyeron las 
          obras en el yacimiento romano de La Clínica, y que básicamente 
          consistieron en la construcción de una pasarela, una peligrosa 
          barandilla, una valla junto al camino, y una caseta en medio del 
          yacimiento, esperábamos con impaciencia el turno a la llamada “musealización”, 
          es decir, a la consolidación, protección y restitución del conjunto 
          arqueológico para su presentación cultural y turística. 
            
          Por eso esta pasada semana, los 
          Amigos de la Historia de Calahorra, no dábamos crédito cuando a través 
          de los medios de comunicación, nos enteramos de que el yacimiento 
          romano de La Clínica ya estaba abierto al público y se podría acceder 
          nada menos que con cita previa. 
            
          Sin entrar ya en los escritos y 
          comentarios que los Amigos de la Historia hemos hecho en relación con 
          el yacimiento de La Clínica, tanto al Excmo. Ayuntamiento como al 
          Servicio de Patrimonio de la Dirección General de Cultura que, ni 
          fueron tomados en consideración, ni obtuvieron la tan siquiera 
          respuesta de cortesía, sólo podemos calificar esa llamada 
          “musealización” como una auténtica tomadura de pelo. Primero, porque 
          como todo lo que nos quieren vender iba a ser espectacular, y la 
          verdad que ha resultado un parto espectacular…..mente lamentable. Y 
          segundo por la imagen que Calahorra mostrará tras la visita a esos 
          restos, más cercanos a la desidia que a un yacimiento arqueológico 
          recuperado e integrado en la ciudad. 
            
          No se ha invertido un solo euro en 
          la protección de los restos arqueológicos, a lo sumo ha bastado una 
          somera limpieza. Si cualquier trabajo de musealización requiere la 
          consolidación, protección y restitución del yacimiento, constatamos 
          que no se ha actuado sobre ni una sola piedra del yacimiento, es más, 
          había restos de muros junto a la caseta central que han desaparecido. 
          No se han retirado los escombros junto a la chimenea que sirvieron 
          para rellenar uno de los últimos sondeos arqueológicos en el que, por 
          cierto, se encontraron muros de cronología prerromana que quedan 
          enterrados. No solo no se han retirado muros y tuberías de hormigón 
          del antiguo secadero de la fábrica que allí existía, sino que se 
          ¡¡han integrado como parte del yacimiento como si de muros romanos se 
          tratara!! No se ha actuado de forma alguna sobre lo que queda del 
          hipocausto ni el colector, ni tampoco sobre las únicas pinturas 
          murales que aún quedaban in situ en el yacimiento. No se han retirado 
          los montones de sillares “tirados y amontonados” procedentes de otras 
          excavaciones. La horrorosa caseta, (Centro de Interpretación) se 
          levanta para siempre en una zona del yacimiento aún sin excavar. No se 
          ha contemplado ningún tipo de drenaje. En definitiva, si el deterioro 
          del yacimiento era progresivo y acelerado, con esta actuación no lo 
          será menos. 
            
          El yacimiento de La Clínica, con una 
          actuación correcta se hubiera podido convertir en un punto de interés 
          turístico, ya que son los únicos restos visibles de la antigua 
          Calagurris, pero gracias a la falta de interés de nuestros 
          gobernantes, se ha convertido en la muestra más palpable del deterioro 
          y destrucción de un yacimiento arqueológico a lo largo de treinta 
          años, con el beneplácito e iniciativa de toda Administración 
          competente en la cuestión: Ayuntamiento de Calahorra y Consejería de 
          Cultura del Gobierno de La Rioja. 
            
          Como decíamos hace unos días, somos 
          conscientes de que la arqueología no es una prioridad política. Es 
          costosa, los resultados espectaculares son dudosos y requiere una 
          programación a largo plazo que no interesa. Una pena. Hasta que haya 
          un mínimo de sensibilización hacia nuestra historia, tendremos que 
          entretenernos con la boyante cultura del estómago, una rica 
          gastronomía que eso sí, aunque costosa (ahí está la obscenidad del 
          coste –entre otras- del Museo de la Verdura) el resultado es inmediato 
          y la repercusión mediática es indudable. 
            
          En breve, estando seguros de que no 
          servirá para nada, solicitaremos al Gobierno de La Rioja como 
          responsables por la Ley de Patrimonio, de la protección del patrimonio 
          arqueológico riojano, y al Ayuntamiento de Calahorra como parte 
          –suponemos- interesada en el tema, una actuación en el yacimiento con 
          una serie de propuestas concretas. Por lo menos, nuestra conciencia 
          quedará tranquila porque nosotros, como ciudadanos, hemos hecho lo que 
          estaba en nuestra mano. 
            
          Calahorra, marzo de 2010 
          Amigos de la Historia de Calahorra |