VALENTIN CARDERERA

 UN ARTISTA IMPRESCINDIBLE ENTRE DOÑA MARÍA RAMÍREZ Y LUÍS BARRÓN.

Pilar Pascual Mayoral [1]

Pedro García Ruiz.

Tras la fundación de Navarrete hacia el año 1170 se trazan los nuevos caminos que comunicaran la floreciente villa fortificada con las ciudades de Nájera y Logroño, principales núcleos de población de la comarca. La seguridad y comodidad que ofrecía la nueva ruta hará que viajeros, comerciantes, y peregrinos abandonen las viejas vías de comunicación para beneficiarse de los recientes caminos medievales.

Ruinas de San Juan de Acre, al fondo Navarrete

La horquilla que forman Río Antiguo y el nuevo Camino de Santiago fue el lugar elegido por Doña María Ramírez para levantar hacia 1180 el conjunto hospitalario de San Juan de Acre, favorecida probablemente por el Obispo de Osma, su hijo Martín Bastán.

 San Juan de Acre no fue nunca un hospital relevante, y aunque imaginamos su vitalidad entre los siglo XII al XIV, “en 1568 tenía habitable su planta baja con tres camas para pobres y peregrinos”[2]. Sería más acertado considerarlo un lugar menor del Camino o complementario entre Logroño y Nájera.

A partir del siglo XV las peregrinaciones a Santiago pierden interés en el Norte de Europa, y los ríos de peregrinos que atravesaban La Rioja quedan reducidos a un lento goteo de romeros, que varios siglos después verán como se abandonan muchos hospitales jacobeos.

La muestra “De Roncesvalles a San Millán”

El pasado 20 de Febrero se inauguró la sala de exposiciones de la Escuela de Patrimonio Histórico de Nájera con la muestra “De Roncesvalles a San Millán”, donde se expusieron cincuenta facsímiles de dibujos de paisajes y monumentos navarros y riojanos, cedidos por la Fundación Lázaro Galdiano de Madrid[3].

  La exposición recogía una estupenda selección del trabajo realizado por dos grandes artistas que recorrieron el país catalogando monumentos de interés arquitectónico, arqueológico o histórico, Jaime Serra i Gilbert y Valentín Carderera.

Jaime Serra acompañó en 1865 a Pedro de Madrazo por tierras de Navarra y La Rioja por encargo de la Comisión de Monumentos de la Academia de Bellas Artes de San Fernando.Portada de San Bartolomé, Fundación Lázaro Galdiano. Autor: Jaime Serra i Gilbert. Lápiz y aguada sobre papel. 1865.

Realizó varios dibujos sobre la Colegiata de Roncesvalles y continuó su viaje de trabajo por Pamplona, Estella y Olite. A Logroño llegó en el mes de Agosto, según las anotaciones que aparecen en su dibujo Portada de la Iglesia de San Bartolomé, y antes de abandonar la ciudad montó su caballete frente a “La Aguja” de Santa María de Palacio.

 

 

 

El artista catalán finalizó esta campaña en Alfaro, donde suponemos no le paso inadvertida la Colegiata de San Miguel, y siete años después falleció de manera inesperada mientras trabajaba en la decoración del salón de descanso del Gran Teatro Liceo de Barcelona.

 

Valentín Carderera y Solano nació en Huesca en el año 1796. Para Juan Antonio Yeves fue un erudito, pintor y coleccionista de miles de dibujos, que siempre estuvieron a disposición de los artistas, escritores y estudiosos de la época. Sus obras y las de otros compañeros quedaron recogidas en el “Fondo Carderera” gracias al celo de otro gran coleccionista, José Lázaro Galdiano.

 

Del “Fondo Carderera” fueron colgados en la muestra najerense varios dibujos de monumentos riojanos como Sepulcros de doña Blanca de Navarra y de su hermano, Santa María la Real de Nájera, o Monasterio de La Estrella (San Asensio), y mezclados entre ellos algunos firmados por Valentín Carderera de su paso por Roncesvalles y La Rioja; de toda la exposición destacaba para nosotros un valioso ejemplar: Iglesia ermita de San Juan de Acre junto a Navarrete (La Rioja), realizado con lápiz y acuarela sobre papel [4][4].

Iglesia de San Juan de Acre (Navarrete) Fundación Lázaro Galdiano. Autor: Valentín Cardedera. Lápiz y acuarela sobre papel.

La importancia de un dibujo.

Hasta 1990 la Iglesia de San Juan de Acre fue considerada por los especialistas del arte un edificio de espesos muros en mampostería pobre. Con la intervención arqueológica de los años 1990 – 91 pudimos demostrar que era una obra de gran calidad arquitectónica, y que su planta era de cruz griega y no de tres naves y crucero como suponían anteriores investigadores. Los hallazgos pedían a gritos su conservación, y en 1995 el Gobierno de La Rioja acometió la consolidación de las ruinas.

 

A pesar de la información conseguida, ni arqueólogos ni historiadores del arte pudimos completar las características generales de San Juan de Acre, ya que con las excavaciones supimos como era la planta pero no el alzado.

 

Ejemplo de aquella inseguridad son los reiterados comentarios publicados sobre el cementerio de Navarrete: “en su fachada principal fueron colocadas la portada de la Iglesia de San Juan de Acre y las dos ventanas de su ábside”. Ahora, gracias al dibujo de Valentín Carderera sabemos que no eran dos sino cuatro las ventanas que desde el ábside daban luz al interior de esta Iglesia.

Portada del cementerio de Navarrete procedente de San Juan de Acre.

El estupendo dibujo del artista aragonés muestra otras particularidades del edificio religioso, pero la mayor aportación es que nos permite conocer el alzado completo; obra difícil de imaginar solo con los vestigios que conocíamos hasta la muestra “De Roncesvalles a San Millán”.

Nuestro agradecimiento a un artista.

Valentín Carderera comienza su vida artística junto al pintor de cámara Buenaventura Salas, apadrinado por el general José Palafox. Perfecciona el oficio al lado de Mariano Salvador Maella y José de Madrazo y completa en Italia su formación bajo la protección del duque de Villahermosa.

Después de trabajar un largo periodo como pintor orienta su vida profesional hacia sus verdaderas aficiones, la arqueología, el arte, y el coleccionismo. El dibujo es la “herramienta” que le permitirá documentar cientos de monumentos, mientras se espera en España la comercialización de las primeras cámaras fotográficas.

La obra de Carderera conserva información inédita de mil rincones de España cuya geografía recorrió de Norte a Sur. Hacia 1816 trabaja en el levantamiento de planos ejecutado en el Pirineo aragonés junto al coronel José Sanllorente; veinte años después, recorre por encargo Valladolid, Burgos, Palencia y Salamanca, y en 1850 se traslada a Andalucía para colaborar en el proyecto de restauración del Alcázar de Sevilla, y aprovecha para estudiar el legado monumental de otras provincias andaluzas como Jaén, Córdoba y Granada.

De sus viajes de trabajo tiene especial interés para este artículo el que realiza hacia 1848 por tierras de Navarra, Aragón, Valencia y Cataluña, tomando referencias para la obra “Los Panteones Reales”. Parece que en este encargo consigue recopilar unas 130 carteras de apuntes, entre los que probablemente se encontraba Tesorillo hallado en San Juan de Acre en el año 1995. 214 monedas acuñadas en Tours, escondidas probablemente por un peregrino.el dibujo de San Juan de Acre.

Descubrir esta joya siglo y medio después de pintarla Carderera fue para nosotros como encontrar el segundo tesoro de San Juan de Acre, así que decidimos publicarla convencidos de que era la mejor manera de disfrutarla. Elegimos la revista Caminando pues era la más adecuada al pertenecer a la Asociación Riojana de Amigos del Camino de Santiago.  

Esta sería a grandes rasgos la historia de un “artista – viajero” del siglo XIX cuya afición y sensibilidad le animó a recorrer buena parte de la geografía española documentando con lápiz y acuarelas aquello que desde su punto de vista mostraba algún valor arquitectónico o arqueológico.

 

Un impresionante trabajo que compartió con una generación de artistas y académicos considerados hoy los grandes descubridores del arte español. Pero la vida profesional de estos personajes no fue siempre un camino de rosas, pues transcurrió entre dolorosos enfrentamientos bélicos y nefastos procesos de desamortización que Federico de Madrazo llegó a calificar de “momentos de barbarie”[5].

Los últimos días de San Juan de Acre

Las políticas desamortizadoras tuvieron consecuencias negativas también en La Rioja, bastará asomarse al Monasterio de San Prudencio de Montelaturce o a la Iglesia de San Vicente de Murillo del Río Leza para encontrar algunos ejemplos. Fueron decisiones que provocaron la desprotección del patrimonio y abrieron las puertas a su destrucción, como sucede en el proyecto de Luis Barrón cundo decide trasladar al nuevo cementerio de Navarrete partes importantes de la Iglesia de San Juan de Acre[6]:

“He encontrado muy oportuna la indicación que se me ha hecho por el señor Alcalde, del gusto con que vería la Municipalidad y el vecindario que tan dignamente representa, la conservación de un recuerdo de aquel monumento artístico, desgraciadamente sentenciado a desaparecer, trasladando y colocando en el nuevo cementerio algunas de sus partes constitutivas. Con este objeto he tenido el placer de visitar la capilla mencionada y opino con el señor Alcalde que la portada es lo que más se presta al referido objeto, pudiendo además colocarse simétricamente y tomando por eje el centro de esta portada, los de las ventanas del presbiterio”[7].

Plano de la puerta principal del cementerio de Navarrete. 1887 Luis Barrón   Fuente: Memoria gráfica de Navarrete en el siglo XX. Jesús Victoriano Pérez. AHPL

Plano de la puerta principal del cementerio de Navarrete. 1887 Luis Barrón  

Fuente: Memoria gráfica de Navarrete en el siglo XX. Jesús Victoriano Pérez. AHPL

Se indica a continuación, que los trabajos de desmontaje y transporte de la portada y ventanas de San Juan de Acre y su colocación en el nuevo cementerio de Navarrete, serán dirigidos por el Arquitecto quien dará todo tipo de instrucciones. El Proyecto de las obras, que ascendió a 13.214,47 pesetas, sería entregado al Alcalde de Navarrete en 1887 bajo la firma de Luis Barrón.


[1] Licenciada en Geografía e Historia, rama Arqueología por la Universidad de Zaragoza.

[2] PASCUAL MAYORAL Pilar; “Excavaciones en las ruinas de San Juan de Acre”, revista Peregrino, Boletín del Camino de Santiago 17, 1990 p 21.

[3] Agradecemos a nuestro amigo Gregorio Remírez su oportuna información sobre la aparición en la prensa local de una imagen de San Juan de Acre ilustrando el cartel anunciador de la exposición.

[4] Puede consultarse en la Escuela de Patrimonio Histórico de Nájera un catálogo de todos los dibujos presentados en esta muestra, en el que se incluye varios artículos sobre los dos artistas, su título: “Paisajes, tipos y monumentos. De Roncesvalles a San Millán”.

[5] YEVES ANDRÉS, José Antonio. Recuerdos y Bellezas de Navarra y de La Rioja. Catálogo de la exposición Paisajes, tipos y monumentos. De Roncesvalles a San Millán. Nájera 2008.

[6] VICTORIANO PÉREZ, Jesús: Memoria gráfica de Navarrete en el siglo XX; Logroño 2001, pp 217 – 219.

[7] Ibidem p 218.

 

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